Aumenta la vigorexia y la ortorexia en población adolescente
● La búsqueda de soluciones rápidas para lograr el “cuerpo deseado” también ha llegado a la población de 12 a 18 años: 1 de cada 4 encuestados considera que es normal perder más de 4 kilos en un mes y el 13% de ellos asegura haber consumido suplementos para perder peso
El 35,7% de los adolescentes está o ha estado a dieta en el último año y la mayoría de ellos no quiere especificar el motivo por el que la comenzó. Así se desprende del informe “Percepción del riesgo de TCA en población adolescente” elaborado por Proyecto Comer Libremente en colaboración con el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana (CODiNuCoVa).
Estas conclusiones son el resultado del análisis de una serie de encuestas realizadas a 300 adolescentes de 12 a 18 años durante 2023 en centros educativos de Valencia y resultado del Move On, la iniciativa mediante la cual el CODiNuCoVa financia y ayuda a desarrollar proyectos e ideas de sus colegiados y colegiadas.
Con motivo del Día Internacional de Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que se celebra este 30 de noviembre, el colectivo de nutricionistas ha querido llamar la atención sobre los comportamientos de los más jóvenes en relación con la comida. “El hecho de seguir dietas sin una supervisión profesional en edades tempranas es un factor de riesgo de desarrollar un Trastorno de la Conducta Alimentaria. La atención excesiva en la imagen corporal y el control de los alimentos ingeridos aumentan el riesgo de mantener posteriormente este tipo de conductas extremas, generando una obsesión que empeora la calidad de vida”, señala Belén Serrano, dietista-nutricionista y coautora del estudio.
Según este informe, la preocupación por la imagen corporal comienza a ir más allá de la pérdida de peso y ahora la atención también se centra en la ganancia de masa muscular y el incremento de peso total. “Observamos una tendencia hacia la búsqueda de cuerpos más voluminosos y musculados. Este desplazamiento en las prioridades podría implicar un aumento en el futuro de otros tipos de TCA menos tradicionales como la ortorexia, obsesión por la comida sana, o vigorexia, que se centra en la búsqueda obsesiva por alcanzar mayor masa muscular a cualquier precio y mediante cualquier medio”, explica Bárbara Tena, cofundadora de Comer Libremente y coautora del documento. Hay que tener en cuenta que esta tendencia aparece ya en adolescentes, lo que supone una preocupación creciente por su apariencia física y la aparición de la crítica corporal desde los 12 años. De hecho, el 58,6% de las personas encuestadas admite haber realizado comentarios sobre cuerpos ajenos tras percibir cambios físicos en sus compañeros y compañeras.